Starlight

Noche de agosto, cerca de la playa. Cuerpos sudorosos, sin cansancio, mentes expoleadas de prismas, de esquirlas penetrantes, de ondas de volumen genial, pulsar de potencia y erotismo, que llega desde el escenario, anegandonos, conectandonos, como si proviniera del espacio exterior. Convirtiéndose en el centro de un universo mágico, cristalino, sin espacio ni tiempo, formado de música y alma. Maestros de la creación en nuestras únicas existencias conjuntas, transforman nuestra experiencia, dueños de nuestro ser.

3 comentarios:

De antes más dijo...

Que bonito me han entrado ganas de un pase por el borde la playa...

Saludos.

Logan x dijo...

Inolvidable momento, que has descrito mágicamente, me alegro de haberlo vivido contigo socio

Sergio Velasco dijo...

momentos así son los que echo de menos. Un abrazo